Aquesta setmana que Cervesa Espiga presentem una nova col·laboració, la Crazy Crown, aprofitem per conversar amb Carlos Suárez, soci fundador de Cierzo Brewing, responsable de marketing i part de l’equip de producció al brewpub.
¿Cómo apostasteis para animaros con el proyecto de vuestro brew pub? Cuéntanos un poco vuestra historia…
Cierzo Brewing nace en 2018 de la mano de 4 empresas de Zaragoza que ya nos dedicábamos a la cerveza artesana: la cervecera Populus (que llevaba haciendo cerveza desde 2011), la cervecería Hoppy y las distribuidoras Gourpass y Lupulus. Teníamos ganas de crear un proyecto grande, una marca que pudiera llegar a ser relevante a nivel nacional y europeo. Para ello, pensamos que nuestra experiencia cubría todas las áreas importantes para conseguir ese objetivo, pero además necesitábamos ampliar nuestra fábrica principal y tener un local de referencia en Zaragoza, que sirviese de escaparate para nuestras cervezas. Ya puestos a abrir dicho local, y al no existir ningún brewpub en Aragón por aquel entonces, decidimos dar el paso y crear algo realmente impactante y novedoso en nuestra ciudad. Esto fue posible, en parte, gracias al apoyo de 261 inversores que se unieron a nosotros a través de un exitoso crowdfunding.
Tenéis una gran rotación de cervezas, en un año y medio habéis hecho más de 30 cervezas distintas (sin contar las colaboraciones). ¿Crees que la apuesta por la variedad y la novedad es parte de vuestro proyecto?
Creemos que realmente esta dinámica la impone el mercado. Poco a poco, estamos intentando crear un portfolio de cervezas fijas, que si bien no se repiten constantemente, sí que están disponibles muy a menudo. Pero es indudable que muchos clientes están ansiosos por probar novedades y debemos tenerlos en cuenta.





Qué perspectivas tenéis de crecimiento, ¿nuevas cervezas que os gustaría hacer, proyectos que estéis empezando o simplemente dónde ves a Cierzo dentro de un par de años?
Queremos ir ampliando nuestra fábrica principal (situada en Caspe, a 100 km de Zaragoza), pero al ritmo que nos vayan marcando las ventas, sin correr antes que andar. Personalmente, me daría por satisfecho si dentro de un par de años hubiéramos seguido el ritmo de crecimiento actual, tanto en la fábrica como en el brewpub, manteniendo la calidad. Creo que eso nos ayudaría a consolidarnos y podríamos trazar nuevos proyectos desde una base más sólida.
¿Cuál es vuestro secreto para conseguir el toque hazy en vuestras cervezas?
La verdad es que cada cerveza es un mundo, pero en general es la levadura la que permite una turbidez más estable y notoria. Hay otros factores que influyen y pueden dar ese toque “hazy”, como la avena y el trigo, o añadir fruta, como en el caso de nuestra Calanda. Pero como decía, nuestra experiencia nos dice que la levadura marca la pauta en este tipo de IPAs tan populares hoy en día.
¿Cuál es el estado del escenario craft en vuestra casa, Zaragoza y Aragón en general, y como ves el panorama a nivel español?
En Zaragoza hay una escena cada vez más importante, que viene creciendo sin parar desde 2015. Ya podemos decir que tenemos una ruta de 7-8 cervecerías de muy buen nivel, lo cual no es muy común fuera de Barcelona y Madrid. Por otra parte, es cierto que Aragón está muy centralizado en Zaragoza, en el mundo de la cerveza y en general, por lo que fuera de la capital hay poca cosa en cuanto a Craft Beer, salvando alguna honrosa excepción. En España, creo que en las grandes ciudades tenemos un nivel correcto en comparación con las del resto de Europa, pero nos sigue fallando que fuera de la escena Craft no hay cultura cervecera ni se le da valor, lo cual no pasa en Alemania, Bélgica, Reino Unido, etc… Por otra parte, sigue habiendo una diferencia notoria entre el norte y el sur de la península, que ojalá vaya desapareciendo.
¿Como surgió la colaboración con Cervesa Espiga y como se decidió el estilo de cerveza?
A raíz del contacto y la amistad entre cerveceros en festivales y demás eventos, como suele ocurrir normalmente. En cuanto al estilo, para nosotros Espiga es un referente en las cervezas lupuladas y por ello fue una gran oportunidad para intercambiar métodos de trabajo y experiencias con las materias primas.
¿Que os aportan y que os gustan de las colaboraciones con otras breweries?
Todo es positivo en las colaboraciones: aprendemos, nos divertimos y los clientes están deseando que las hagamos. ¿Qué más se puede pedir?
¿Puedes decirnos un estilo que te enamore y algún estilo que siempre evites?
Esto es muy personal, por supuesto, pero mentiría si no dijese que las IPAs, en casi todas sus variedades. Es el estilo que bebo más habitualmente, aunque también me encanta lo ácido, los petróleos y por supuesto, una lager bien hecha. Por el contrario, bebo muy poco de estilos belgas de alta graduación (Dubbel, Tripel, Strong Ale…), no es que no me gusten, pero no me satisfacen lo suficiente como para beberme esas graduaciones tan altas.
¿Para terminar, podrías elegir tres cervezas? Una vuestra, una nacional y una internacional.
Nuestra diré Calanda, porque me parece una cerveza excelente, que además habla muy bien de Aragón y de los grandes productos que tiene esta tierra, como es en este caso el melocotón. Nacional no podría ser otra que una Ales Agullons, cualquiera de sus referencias en barrica, siempre son maravillosas y muestran la autenticidad de la gente que está detrás de esta cervecera. E internacional, me gustaría ser ecléctico entre los dos mundos que tanto me gustan y elegir Cantillon y Other Half, tan diferentes en todos los sentidos, pero ambas sublimes para mi gusto.