Con esta nueva entrada en el blog queremos dar respuesta a algunas de las preguntas habituales que todos nos hemos hecho sobre el estilo de cerveza Porter:
¿Qué es una Porter? ¿Qué diferencia hay entre una Porter y una Stout? Esperamos poder poner un poco de luz ahora que hemos presentado nuestra propia Espiga Porter.
Una Porter es una cerveza cremosa que en aroma y sabor destaca por las notas de chocolate, caramelo y galleta.
Una Porter es uno de los estilos de cerveza que muchos amantes de la cerveza conocemos por su historia y por las leyendas que se cuentan alrededor del origen de este estilo. Una Porter es una cerveza de alta fermentación que nació con el objetivo que los trabajadores portuarios de Londres pudieran aguantar las duras y largas jornadas laborales. Son cervezas oscuras, que se expanden por las diversas tonalidades del marrón oscuro como el caoba, con una espuma moderada, densa y teñida del marrón característico de este estilo. Una Porter es una cerveza cremosa que en aroma y sabor destaca por las notas de chocolate, caramelo y galleta.
La Espiga Porter se trata de una cerveza de 5º de alcohol y un amargor que se sitúa en los 57 IBU. Además, es una cerveza elaborada a base de maltas Pale Ale, Carafa, Chocolate, Crystal Light, Pilsner, Barley, Oat y Wheat y lúpulos Culumbus, Cascade y Willamette.
Una de las leyendas más importantes sobre su origen cuenta que un cervecero inglés del siglo XVIII elaboró una cerveza que conseguía unificar los sabores de las cervezas Three Threads, una cerveza blended habitual que era la mezcla de tres cervezas distintas.
A pesar de la leyenda, los historiadores creen que el origen más probable de la cerveza Porter sea una evolución de las cervezas que ya se producían en Inglaterra desde hacía siglos y que son las antepasadas directas de las más que conocidas Pale Ale. Esta evolución habría consistido en que las cervecerías de Londres dejaron de vender sus cervezas cuando aún eran verdes o jóvenes, alargando el tiempo de envejecimiento y las subministraban a los consumidores cuando ya estaban en su punto óptimo. Hay que tener en cuenta que durante el siglo XVIII en Londres las cervezas Porter podían estar entre 6 y 18 meses envejeciendo en depósitos gigantescos antes de ser “embarriladas” en botas más pequeñas para ser enviadas hacía los pubs. Durante este siglo la demanda llegó a superar la oferta, y algunos brewers descubrieron que podían mezclar las cervezas envejecidas con la que aún estaba “verde” y conseguir una cerveza de sabor similar a la cerveza envejecida.
Con el paso de los años el término Porter se fue dejando de lado hasta que empezó a dejarse de utilizar y estas cervezas pasaron a llamarse Stouts
A partir del siglo XIX los gustos fueron cambiando y las cervecerías empezaron a hacer sus propias recetas y a elaborar cervezas Porter distintas para diferenciarse y satisfacer toda la variedad de gustos. Es en este momento que las cervezas Porter más fuertes empiezan a llamarse Stout Poter, que en inglés significaba Porter “muy fuerte”.
Con el paso de los años el término Porter se fue dejando de banda hasta que empezó a dejarse de utilizar y estas cervezas pasaron a llamarse Stouts. Aún y así, algunos cerveceros británicos se mantuvieron fieles al nombre original y siguieron denominando Porter a sus cervezas.
Por esto, las cervezas Stout y las Porter están separadas por una fina línea. Podríamos resumirlo en que las Porter son más suaves que las Stouts, que son más fuertes. Más suaves en cuerpo y en graduación alcohólica. Además, las cervezas Porter destacan por las notas de caramelo, esto las diferencia de las notas de café que caracterizan las Stout. Las Imperial Stout de nuestra serie Black Cel Ona son un buen ejemplo de este estilo.
Finalmente, a raíz de las restricciones impuestas en Inglaterra durante la I Guerra Mundial este estilo de cerveza fue perdiendo importancia ante las cervezas de estilo Pale Ale y Lager que desde hacía años iban ganándose su sitio. Poco a poco las cervezas Porter fueron quedando relegadas a un segundo puesto, excepto contadas y muy conocidas excepciones y no fue hasta finales del siglo XX que volvieron a coger importancia, con el desarrollo del movimiento de cerveza artesana, los homebrewers y las pequeñas cervecerías que recuperaron el estilo.