Hoy os traemos la entrevista que le hicimos hace unas semanas en a Txus Cabrera, brewer de Laugar Brewery, aprovechando la colaboración para elaborar la Cocoa Psycho y la Aged Cocoa Psycho, las Imperial Stout llenas de chocolate de Catanias: unas regular y una con blend de barrica.
Como endendéis vuestro proyecto, como nació y hacia dónde se dirige? Cuéntenos un poco su historia …
Txus: Nuestra historia es un poco particular. Primero de todo, todo el proyecto de Laugar surge en un momento en la historia en la que Eneko Neira, head brewer en Laugar, debido a su situación de desempleo, decide buscar soluciones de autoemplearse. En ese momento (año 2008) encuentra que en Catalunya empieza a haber las primeras fábricas de cerveza artesana, y ni corto ni perezoso, se va a Barcelona a buscarse la vida. Allí entra a formar parte de la plantilla de la ya extinta Bleder, en la que trabaja durante 7 meses, teniendo así su primera toma de contacto con el proceso de fabricación de la cerveza artesana. Una vez pasado ese tiempo vuelve a Bizkaia y comienza un proyecto de homebrewing conmigo (Txus Cabrera), con Sergio Valiente y con Aingeru del Campo, al que se uniría varios meses después Eder García. Empezamos cociendo nuestra primera cerveza homebrewer en Octubre de 2010, y desde ese momento hasta que arrancamos la fábrica (mayo de 2014), llegamos a fabricar hasta 8.000 litros de cerveza. La idea de abrir una fábrica propia surgió porque ya en 2012 fuimos invitados a nuestro primer festival de cerveza, de la mano de la cervecera Marina de Blanes, al festival de Noblejas del mismo año, y en 2013 al Borefts, festival que organiza la holandesa De Molen. Fue en ese momento en el que nos dimos cuenta que no había vuelta atrás, el monstruo de la cerveza artesana se había apoderado de nuestras entrañas.








Como os acercásteis por primera vez a una cerveza artesana?
T: En el caso de Eneko la razón fue la curiosidad por el sector creciente en Barcelona. En el caso de Sergio, Aingeru y el mío propio, que Eneko nos lió en esta aventura. Y en el caso de Eder, fue por curiosidad propia; cuando Eder entró en el proyecto de Laugar llevaba ya más de dos años fabricando cerveza en casa.
Qué os atrae tanto de los petróleos? Sabiendo que las cervezas negras ocupan un segmento muy específico y tienen un coste alto.
T: El carácter, la complejidad, las posibilidades de jugar con el estilo. Es muy divertido hacerle perrerías a una Imperial Stout.
Quin és l’estat de l’escenari craft al nord, Bilbao i Euskadi en general, i com veieu el panorama a nivell espanyol?
T: El sector en el estado español está en pañales todavía, y en Euskadi no estamos más avanzados. Realmente hay muy pocos locales (en toda Bizkaia apenas podemos contar 6 bares que tienen instalación de grifos propios y libertad de pinchar la cerveza que ellos quieran). Por suerte, somos unas cuantas fábricas que estamos intentando, día a día, evangelizar a los pobres bebedores de cerveza industrial, enseñándoles el maravilloso camino sin retorno de la malta y el lúpulo.
¿Qué perspectivas tenéis de crecimiento, nuevas cervezas que os gustaría hacer, proyectos que estáis empezando o simplemente donde veis Laugar en un par de años?
T: Nuestras perspectivas de crecimiento son ambiciosas. Sin embargo, y dado que la fábrica la arrancamos los cinco socios únicamente con avales de nuestras familias, y no contamos con el apoyo de inversores externos, nuestro crecimiento se ve limitado a nivel económico. No obstante, nuestra experiencia nos demuestra cada día que escogimos el camino con el que más nos identificamos, y estamos orgullosos de ello. En un par de años, esperamos ampliar el brewhouse, crecer en capacidad productiva, y mejorar nuestro sistema productivo.
¿Qué os aporta y qué os gusta de las colaboraciones con otras cerveceras?
T: Lo primero de todo, hacer cerveza con colegas. Desde el primer momento decidimos que no íbamos a hacer una colaboración por interés comercial, o al menos no sólo por ello. Nos negamos rotundamente a hacer colaboraciones con cerveceras que no conozcamos y que no tengamos buen rollo con ellas (salvo con Espiga, pero nos han pagado bien por esta entrevista jejeje). En cuanto a lo que nos aporta: el buen rollo, las risas, los momentos compartidos, las experiencias, conocimientos, técnicas, y todo aquello que gira en torno a una colaboración con personas que se entienden y se respetan.
¿Un estilo que te enamore y algún estilo que siempre evites?
T: Gustar gustar, nos gusta todo, en mayor o menor medida, pero una vez que estás en este sector tienes que saber apreciar una cerveza de calidad, bien pensada y bien ejecutada, es como preguntarle a un chef qué cocina no le gusta. Últimamente el estilo que más pido o que más busco en un bar son cervezas sencillas o de poco grado: una buena Kolsch, una Session IPA bien lupulada pero fácilmente bebible, una lambic clásica serían mis primeras opciones ahora mismo, y esto es algo que comparto con mis socios, y creo que con muchos brewers que ya hemos bebido un montón de doble IPAs, de Stouts de alta graduación, y también de inventos extraños.
¿Evitar por sistema? Nada. Hay que probar y tener la mente abierta.
Finalmente, puedes elegir tres cervezas? Una vuestra, una de nacional y una internacional.
T: Me pones en un compromiso jajajaja. Como cerveza propia lo tengo muy claro: Punkarra. Como cerveza nacional, te puedo decir muchas que bebería a ojos ciegas, pero siempre he defendido y me he sentido muy orgulloso de la Blanche de Maia Gissona: Django. Y en cuanto a una cerveza internacional, sin dudarlo me quedo con una Gueuze de 3Fontainen, desde la clásica a cualquier Blend.